dimarts, 19 de març del 2013

Los cócteles 14/03/2013

Hoy fuimos desde Impulsem hasta el restaurante, nos tocaba ir allí. Nada más llegar, Dani nos hizo sentar en la mesa y nos explicó un poco la historia de los cócteles, son pequeños platos de comida que el camarero ofrece al cliente paseándose por la sala, fue un tostón pero aún así se pasó rápido. 

 En la mesa donde cogemos nuestros respectivos delantales y chapas había una máquina, Dani nos explicó que servía para hacer los cálculos de precio y los pedidos de cada cliente, nos comentó que esa máquina sólo la podía usar él con una llave que tenía y que a parte había una máquina como esa más pequeña (de bolsillo) que llevaba siempre a mano. Parece una máquina muy compleja de usar pero una vez sabes cómo funciona te das cuenta de que no es para nada difícil, entretiene y todo! Las diferentes comidas, bebidas, aperitivos y demás estaban clasificadas por categorías y dentro de esas categorías por color. 

 Una vez conocido el procedimiento del aparato, Dani nos dividió en dos grupos, Alex, Manu y Antonella formaban el primer grupo y Lluís, Cristian y yo el segundo. Al dividirnos nos dimos cuenta de que nos habían separado por color: los oscuros de piel a un lado y los de piel blanca al otro, no sabemos si lo hizo a posta o fue coincidencia dado que no nos lo quiso contestar cuando le preguntamos. La finalidad de esto era hacer un concurso, debíamos plantear 5 preguntas sobre toda la teoría que habíamos dado hasta el día de hoy para el grupo oponente y viceversa. Los perdedores tenían que pulir una bandeja llena de tenedores, cucharas, cuchillos y otros cubiertos; ver esa bandeja nos deprimía, por lo que hicimos las preguntas que nos parecieron más difíciles; dado que no se nos ocurría casi ninguna Dani nos echó una mano, al igual que al otro grupo. A pesar del esfuerzo por ganar, las preguntas del otro grupo eran más buenas y finalmente nos tocó a nosotros pulir los cubiertos. Dani le echó agua caliente y ron para que brillasen y con un trapo fuimos secándolos, por suerte Aina y Dani nos ayudaron en esa pesada tarea, los demás preparaban cafés para nosotros y para ellos mismos. 

 Bajamos a la terraza donde descansamos un rato, los del grupo que les tocaba con Xavi ya habían llegado, poco después subimos de nuevo a continuar con la práctica. Ahora estábamos todos juntos, nosotros, que representaba que éramos los camareros, teníamos que salir con los platos que había preparado el grupo de Xavi y ofrecérselos de uno en uno; como siempre, nos dejarían comer la comida sobrante. Una vez comieron lo recogimos todo entre Manu, Cristian, Alex y yo, limpiamos las tazas y copas y las pusimos en su sitio.



Miriam Sánchez

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